domingo, 24 de febrero de 2008

Dánae y Perseo II

Un murmullo de temor circuló entre los invitados: Medusa era, de las tres gorgonas, la mayor y la más peligrosa. Se ignoraba dónde vivían esas tres hermanas monstruosas, ¡pero se sabía que su cabellera estaba hecha de serpientes venenosas y, sobre todo, que su mirada petrificaba en el instante a todo aquel que se atreviera a mirarlas!
-A propósito-dijo Polidectes-, tú, Perseo, ¿qué regalo nos has hecho?
El muchacho bajo la cabeza refunfuñando: ¿qué habría podido traer a su anfitrión?
-¡Y bien, te tomo la palabra!- decretó Polidectes-. Te ordeno que me traigas la cabeza de Medusa. No regreses al palacio sin ella.
A la noche, Dánae, desesperada, le suplicó que no la dejara. Pero no contó con el orgullo de Perseo, que exclamó:
-No. Polidectes me lanzó un desafío. Y le debo lo que reclama a cambio de su hospitalidad.
Al día siguiente, Perseo erró a lo largo de la costa de Sérifos buscando alguna idea: abandonaría la isla, de acuerdo. ¿Pero a dónde ir?
Fue entonces cuando aterrizó delante de él Hermes, el de pies alados. Ante su estupefacción, el dios de los viajes estalló en una carcajada:
-¡Te veo en problemas, joven audaz! Ignoro dónde se esconden las gorgonas, pero sus otras tres hermanas, las grayas, lo saben. Además, poseen tres objetos sin los cuales no podrás realizar tu misión.
-Y... ¿Cómo hallaré a las tres grayas?- preguntó Perseo.
-Eso no es problema. Sube a mis espaldas, ¡te llevo!
Perseo trepó sobre los hombros de Hermes, que se echó enseguida a volar. El dios voló durante mucho tiempo hacia el poniente antes de detenerse en una región árida y sombría. Le murmuró a Perseo:
-Ten cuidado. ¡Estas viejas brujas no te darán esos datos y esos objetos por propia voluntad! ¡Deberás hacerles trampa!
Al acercarse a las tres hermanas, Perseo hizo un movimiento de rechazo: eran de una fealdad repugnante. Sus bocas no tenían dientes, las órbitas de sus ojos estaban vacías. Parecían agitadas y estar en medio de una gran conversación. Una y otra se pasaban entre sí... ¡un ojo y un diente! Perseo reprimió una exclamación.
-¡Y si!- explicó Hermes-. No tienen más que un ojo y un diente para las tres. ¡Deben, por lo tanto, prestárselos sin parar!
Enseguida, Perseo tubo una idea. Se acercó a las tres grayas; en el momento en el que la primera tendía el ojo y el diente a la segunda, ¡se apoderó de ellos! Las viejas aullaron a ciegas:
-¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¡Devuélvenos nuestro ojo y nuestro diente!
-Con dos condiciones: ¡que me indiquen dónde encontraré a sus hermanas Gorgonas y que me den los tres objetos que me permitirán enfrentarlas!
Enloquecidas por tanta audacia, las tres gayas se pelearon y se lamentaron un montón. ¡Pero ni siquiera tenía ya su único ojo para llorar! Por último, una de ellas suspiró:
-Bien. Encontrarás a Esteno, Euríale y Medusa en los confines del mundo, en una caverna, más allá del territorio del gigante Atlante.
-Aquí están las sandalias aladas que te permitirán llegar, una alforja mágica y el casco de Hades.
-¡El casco de Hades! ¿Para qué me servirá?
-Aquel que lo lleva se vuelve invisible. ¡Ahora, devuélvenos nuestro bien!
Perseo les entregó el ojo y el diente. Luego fue a reunirse con Hermes.
-¡Mira!- le dijo alegremente-. ¡Poseo unas sandalias parecidas a las tuyas! ¿Me acompañarás?
-De ninguna manera- contestó Hermes-. Tengo mucho que hacer. De ahora en más, puedes arreglarte solo. Pero cuídate de no mirar nunca a Medusa ni a sus hermanas: ¡te convertirás en piedra! Ah, toma, te confío mi hoz de oro, te será útil.
CONTINUARÁ...

sábado, 16 de febrero de 2008

Dánae y Perseo


El rey de Argos, Acrisio, que tenía una hija única, Dánae, emprendió el largo viaje hacia Delfos para interrogar a la pitonisa. Esta vieja mujer, con la ayuda de los dioses, podía, a veces, leer el futuro. El rey le hizo la única pregunta que le interesaba:
-¿Tendré algún día un hijo varón?
La respuesta de la pitonisa fue terrible e inesperad:
-No, Acrisio, nunca. En cambio, tu nieto te matará... ¡Y te reemplazará en el trono de Argos!
-¡Cómo! ¿Qué dices?
Pero la pitonisa no repetía nunca sus profecías. El rey de Argos estaba consternado. Regresó a su patria repitiendo:
-Dánae... ¡Es necesario que Dánae no tenga hijos!
Ella lo recibió cuando volvió al palacio. Preguntó enseguida:
-¿Y bien, padre? ¿Qué ha dicho el oráculo?
El rey sintió que su corazón daba un vuelco. ¿Cómo evitar la profecía de los dioses sin matar a Dánae?
-Guardias-ordenó- que encierren a mi hija en una prisión sin puertani ventanas. ¡De ahora en más, nadie podrá acercársele!
Dánae no comprendió por qué la llevaban a un amplio calabozo forrado de bronce. El pesado techo que cerraron encima de ella no tenía más que algunas ranuras angostas a través de las cuales, cada día, le bajaban la comidacon una cuerda.
Privada del aire puro, de la luz y de la compañía, Dánae creyó que no tardaría en morir de pena.
Pero en el Oímpo, Zeus se apiadó de la prisionera. Conmovido por su tristeza y también seducido por su belleza, resolvió acudir en su ayuda.
Una noche, a Dánae la despertó una violenta tormenta que tronaba encima de su cabeza. Extrañas gotas de fuego caían sobre ella.
-Parece increíble, pero... ¡Es oro!- Exclamó levantándose.
Enseguida la lluvia luminosa cobró forma. Dánae estuvo a punto de desfallecer al ver que se corporeizaba ante ella un hombre bello como un dios.- ¡No temas, Dánae!-dijo-. Te ofrezco la manera de huír...
Esta promesa era algo inesperado y Dánae sucumbió rápidamente al encanto de Zeus.
Cuando el alba la despertó, Dánae creyó que había soñado. ¡Pero pronto comprendió que estaba embarazada! Y tiempo después, dió a luz a un bebé de una belleza y una fuerza excepcionales.
-Lo llamaré Perseo!-decidió.
Un día, al atravesar las cárceles del palacio, Acrisio creyó oír los gritos de un niño de pecho. Ordenó de que se abrieran las puertas de las prisiones. ¡Grande fue su estupefacción al descubrir a su hija con un magnífico recien nacido en brazos!
-Padre, ¡sálvanos!-suplicó Dánae.
El rey realizó una investigación e interrogó a los guardias. Finalmente debió rendirse a la evidencia: ¡sólo un dios había podido entrar en ese calabozo!
Si eliminaba a su hija y al niño, Acrisio cometería un crimen imperdonable. Entonces, el rey vio un gran baúl de madera en la sala del trono.
-¡Dánae, entra en ese cofre con tu hijo!
Temblando de miedo, la joven obedeció. Acrisio hizo cerrar y sellar la caja. Luego llamó al capitán de su galera personal.
-Carga este cofre en tu navío. ¡Y cuando estes lejos de toda tierra habitada, ordena a tus hombres que lo arrogen al mar!
El capitán partió; después de tres días de navegación, el cofre fue lanzado por la borda.
De nuevo prisionera, Dánae intentaba calmar los gritos del pequeño Perseo. Durante mucho tiempo, el cofre de madera flotó en el mar, a merced de las olas...
Una mañana, mientras acercaba su embarcación a la arena, un pescador sintió intriga por esa enorme caja que la marea había acercado a la playa. Abrió el candado esperando encontrar en ella un tesoro. No podía creer lo que veía cuando en su interior halló inconscientes a una mujer y a un niño.
-Son bellos como dioses... ¡Los desdichados parecen estar al límite de sus fuerzas! ¿Desde hace cuánto tiempo andarán a la deriva?
El pescador, Dictis, era un hombre muy bueno. Condujo a Dánae y a Perseo a su cabaña, y los cuidó lo mejor que puido.
-¿Dónde estamos?-preguntó Dánae cuando se despertó.
-En una de las islas de las Cícladas: Sérifos. La gobierna mi hermano, el tirano Polidectes. Pero no temas, estarás segura en mi casa.
Pasaron los meses y los años. Perseo se volvió un muchacho robusto y valiente. Todos los días acompañaba sa Dictis a pescar. En cuanto a Dánae, se ocupaba de la casa y de la cocina, bendiciendo cada día la bondad de su salvador.
Una mañana, una soberbia comitiva se detuvo ante la cabaña de Dictis. Era el rey polidectes que venía a visitar a su hermano. Al ver a Dánae en la puerta, le impresionó la belleza y la nobleza de esta desconocida. En cuanto apareció Dictis, el rey dijo, intrigado:
-Dime, hermano, ¿Se trata de tu esposa o de una princesa?
-Oh, ni una cosa ni la otra, Polidectes. Es simplemente una náufraga que he rescatado.
-¡Tienes suerte de haber pescado a una perla tan bella! Esta joya es demaciado presiosa para un pobre pescador. Ven, dime tu nombre.
-Dánae, señor, para servirlo- dijo la muchacha haciendo una reverencia.
-¿Servirme? De acuerdo. Bien, te conduzco a mi palacio. ¡Después de todo, lo que llega a las orillas de mi isla es mi propiedad!
Muda de espanto, Dánae se dió vuelta hacia Dictis: no quería cambiar su cabaña por un palacio, ni a su bienhector por un rey.
-Ay- le murmuró Dictis- me temo que debes obedecer.
-¡Ah, señor!- suplicó Dánae-. Tengo un hijo. Al menos, permite que me acompañe y no nos separes.
-¡De acuerdo!- dijo Polidectes-. Ve a buscar a tu hijo.
Pero cuando el rey vió a Perseo, se reprochó su bondad. Ese muchacho semejante a un príncipe podría convertirce en su rival...
En cuanto Dánae llegó al palacio, Polidectes le destinó las más bellas habitaciones. Enamorado de la hija de Acrisio, la cortejaba asiduamente. En cambio, odiaba a Perseo, pero, para congraciarse con Dánae, convocó a los mejores preseptores, quienes les enseñaron al muchacho todas las artes. Dánae no dejaba de agradecer al rey por sus buenas acciones y cada día le costaba más rechazar sus propuestas.
-Mañana- le anunció un día con tristeza a su hijo- Polidectes organiza un gran banquete para anunciar nuestro compromiso.
-¿Cómo?- Preguntó Perseo con violencia-. ¿Te vas a casar con el rey?
-Ya no puedo oponerme por mucho más tiempo. Te lo suplico, Perseo, intenta comporatarte correctamente durante la ceremonia.
La fiesta fue suntuosa: Polidectes había hecho preparar las comidas más exquisitas. Cada invitado había traído un regalo al amo de los dominios, tal como lo exigía la costumbre.
-Y bien, Perseo-preguntó de golpe Polidectes- ¿qué piensas de todos estos regalos?¿Te parecen dignos de nosotros?
-Señor- respondió Perseo con una mueca de despecho- sólo veo allí cosas muy ordinarias: copas de oro, caballos, arneses.
-¡Pretencioso! ¿Qué cosa tan original, pues, querías que me trajeran?
-No sé... ¡la cabeza de Medusa, por ejemplo!
CONTINUARÁ...

miércoles, 6 de febrero de 2008

¿Cómo eran los dioses?

Los dioses griegos tenían forma humana (a esta característica se la llama "antropomorfismo" (anthropos, "hombre", y morphos, "forma") . Su apariencia era semejante a la de los hombres, pero estaban constituidos por una sustancia más noble, porque no comían pan ni tomaban vino, y por sus venas no corría sangre, sino un fluido eterno. Tenían su morada en el monte Olimpo, excepto Hades y Perséfone, su esposa, que habitaban bajo tierra, en el Reino de los Muertos, y las divinidades relacionadas con el agua, que se distribuía en fuentes, ríos y mares.
Se les atribuía la perfección de la belleza y la inmortalidad. La inmortalidad de los dioses estaba asociada a la eterna juventud porque, para los griegos, la vejez sólo era fuente de calamidades y un estado despreciable para el hombre. A tal punto apreciaban la juventud y la belleza que para las estatuas de los dioses tomaban como modelo a los atletas, y aun los ancianos eran representados en la plenitud de la fuerza, esbeltos y hermosos.
La historia de Tetis y peleo, los padres del heróe Aquiles, ilustra esta "divinización" de la belleza y la juventud. La diosa Tetis se enamoró del joven Peleo, un humano, y solicitó a Zeus que le otorgara el don de la inmortalidad, más olvidó pedir para él la juventud eterna. Peleo no murió, pero se volvió viejo y Tetis se separo de él.
No parecen estos valores muy alejados de los actuales, si pensamos en tantos actores y modelos cuya única aspiración es lograr la belleza perfecta y la eterna juventud. La mayor diferencia radica, quizás, en que los griegos honrraban a sus dioses, pero no trataban de parecerse a ellos. Bien sabían que el hombre está hecho de una materia muy diferente de la de los seres inmortales y que tratar de imitarlos puede ser fuente de desdicha, como lo demuestra el caso de Peleo.

domingo, 3 de febrero de 2008

Nefertiti, Akhenaton y el dios Aton






Nefertiti
Debido a la escacez de documentos de Nefertiti, la figura de ella siempre estuvo envuelta en el misterio. Dicen que Nefertiti era la bella de Egipto y lo ha de suponer su nombre ya que Nefertiti significa "la bella ha llegado" y segun diversas esculturas presentaba su aspecto fisico con un craneo alargado, facciones estilizadas y ojos rasgados.
Tambien dicen que los progenitores de Nefertiti fueron: su nodriza Tiy, y el funcionario Ay; aunque lamentablemente no esta confirmado si ella fue hija de ellos.
Nefertiti fue una joven bellisima, que segun algunos, su amor fue entregado a un solo hombre: Akhenaton.

Akhenaton




Akhenaton fue un faraón del antiguo Egipto, hijo de Amenofis III, que fue llamado "el gran reformador", porque hizo un cambio importante en esa epoca. Fue querido por algunos y odiados por muchos por cambiar el culto y la religion.
Akhenaton significa "el elegido de Atón", aunque no siempre tuvo ese nombre porque anteriormente se llamaba Amenofis IV. Se cambio el nombre porque Amenofis IV pertenecia a el Dios Amon.
Akhenaton cambio mucho la religion y el culto, ya que en esa epoca el Dios era "Amon" (y a su vez los egipcios adoraban a otros Dioses), y Akhenaton reemplazo a esos Dioses por "ATON" el disco solar. Al cambiarlo habia muchas personas en contra de el y de su religion monoteista (de un solo Dios). Fue tan odiado que su reinado no duro mucho tiempo (duro diesciciete años) y su nombre y el de su esposa Nefertiti fueron borrados de esculturas y paredes antiguas.





¿Nefertiti, Akhenaton y Tuthankamon parentezco?


Esto es algo muy discutido en la actualidad ya que hay muchos puntos de vista. Uno de los tantos puntos de vista es el que dice que: Akhenaton y Nefertiti fueron esposos y tuvieron seis hijas mujeres, como Akhenaton necesitaba un sucesor hombre en su reinado y con Nefertiti no tuvo hijos varones, fue con otra esposa quien tuvo a Tuthankaton, que este faraon sucesor del gran Akhenaton se puso en contra de el y volvio a establecer el culto a Amon y de los demas Dioses de esa epoca, y asi se cambio el nombre por "Tuthankamon", y asi desahonrando a su padre.



ATÓN EL DISCO SOLAR


Aton, Dios cual Akhenaton puso en esa epoca, representado por un disco solar que de el salen brazos que sostienen "Anjs" la cruz egipcia de la vida. Este unico Dios fue el por qué del cual Akhenaton fue odiado, borrado y olvidado.





COSAS, MITOS Y LEYENDAS QUE DICEN SOBRE AKHENATON


Hay tantas cosas que dicen sobre este faraón, muchos dicen que tiene alguna similitud con Moises, ya que Akhenaton cuando establecio la religion monoteista establecio la que es actualmente nuestra religion de un solo Dios.Hay mitos de todo tipo sobre Akhenaton y muchos en su favor y muchos en su contra, pero lo que yo se es que fue un gran reformador y un gran faraón en este antiguo Egipto que tantas leyendas y misterios tiene y que ojala un día se puedan develar. Mas adelante me gustaria compartir con uds. algunos mitos y leyendas sobre el Antiguo Egipto, como el mito de las piramides tan conocido. Aunque se que lo que acabo de escribir es mas historia que mito pero igual queria compartirla ya que dentro de cada historia verdadera hay algun mito escondido.



Muchísimas gracias Joany,
por aportar estos mitos!
Estan muy buenos Joany!
Gracias por todo!!!



viernes, 1 de febrero de 2008

La diosa Isis


Diosa egipcia cuyos orígenes se unden en la oscuridad a pesar de llegar a ser una de las principales diosas de Egipto en las épocas tardías. Debido a que su nombre en egipcio se escribe con el signo jeroglífico que representa el ¨trono¨ o ¨asiento¨, es posible que la diosa Isis fuera la personificación del poder del trono, aunque hay algunos egiptólogos que opinan que esa identificación corresponde más bien a una evolución tardía, indicando algunos de ellos que en varias tribus africanas, el trono del jefe de la tribu es conocido como la madre del rey, lo cual se puede identificar con lo especificado para la diosa Isis y si se tiene en cuenta los aspectos mitológicos.



En su versión antropomorfa, Isis es representada como una mujer que llevca un ajustado vestido y coronada con el ¨trono¨anteriormente explicado.



En cuanto a las actitudes, Isis suele ser mostrada en posición sedente, y más comunmente en pie, aunque también arrodillada con su mano reposada sobre el signo _shen_. En estas dos últimas actitudes la diosa puede ser mostrada como una plañidera a menudo con sus brazos alrededor de la figura sedente o en pie de Osiris y en numerosas ocaciones con los brazos alados como es habitual en los sarcófagos reales de la XVII Dinastía.



Isis puede aparecer también en forma de escorpión en forma de ave, de cometa y como diosa madre incluso en forma de bóvido ( semejante a Hathor o Apis).



Isis, a medida que transcurría la Historia de Egipto, sufrió los efectos del sincretismo fundiéndose o tomando caractrísticas o atributos de otras diosas; Isis quedó fundida con las diosas Astarté, Bastet, Nut, Renunet, Sotis y Hathor, esta última de gran importancia en su sincretismo dado que la diosa Isis toma de ella como decíamos muchos de sus atributos iconográficos y de sus características mitológicas.




La Diosa Isis

A menudo se representa a Isis con un disco solar entre unos cuernos de vaca, lo que demustra su gran afinidad con la diosa madre vaca Hathor. Tanto Isis como Hathor fueron en diferentes épocas consideradas como madres de Horus y por lo tanto, del rey Egipto que era la representación humana de Horus.
Isis, en efecto, era una esposa y madre modelo, es el símbolo de la unidad de la familia divina y a menudo se la representa amamantando a Horus niño.

Isis practicaba la magia y sus poderes podían tener también efecto sobre los dioses. Fueron sus poderes mágicos los que consiguen retornar a la vida al momificado Osiris y ayudar a su hijo Horus en el combate con Set.

Eso nos habla de su carácter, no cualquier persona puede brillar en la política, se necesita astucia, conocimiento y mucha confianza. En ese momento Isis fue tan brillante como lo serían otras "Hemet" o monarcas muchos siglos después.La diosa Isis tiene carácter firme, sabe lo que quiere y cómo conseguirlo, es astuta e inteligente; de ella se nos dice que "su corazón era más rebelde que una infinidad de humanos y más inteligente que una infinidad de dioses", y que es "más hábil que una infinidad de espíritus".

El cristianismo adoptó el culto a Isis "diosa de la maternidad" asimilándola a la Virgen María, cuyas maternales y protectoras imágenes están inspiradas en su iconografía. Las Vírgenes Negras son consideradas antiguas imágenes de Isis, adaptadas posteriormente al ritual católico.El cristianismo adoptó el culto a Isis "diosa de la maternidad" asimilándola a la Virgen María, cuyas maternales y protectoras imágenes están inspiradas en su iconografía. Las Vírgenes Negras son consideradas antiguas imágenes de Isis, adaptadas posteriormente al ritual católico.

La danza con alas de Isis

Se denominan así por la influencia faraónica de la Diosa egipcia Isis, representada con brazos alados simbolizando a la Madre protectora.Se tiene idea que es un elemento nuevo en la danza pero no es así, en algunos papiros se muestran grupos de bailarinas invocando a la Diosa portando unas alas hechas de tela.Bailar con Alas de Isis requiere destreza y práctica, ya que los movimientos deben ser suaves y los brazos deben haber adquirido la soltura suficiente para dar la impresión de que flotan en el aire y de que, claro, el elemento no pesa nada, sino que flota también.La musica lleva muchos instrumentos de viento,el ritmo de la melodia puede ser mas rapido o mas lento, dependiendo, es una danza que realiza muchas vueltas, giros y desplazamientos.Esta danza traslada totalmente al publico a un lugar maravilloso.




Video de danza árabe con alas de Isis...